Lo utilizamos para mantener nuestros alimentos frescos; pescados, carnes etc. También lo utilizamos en sistemas de domótica para la regulación de la temperatura de una casa consiguiendo la máxima eficiencia posible etc.
En el caso de la domótica supone un ahorro y una eficiencia a tener en cuenta, pero en el caso de los alimentos supone la diferencia entre que un producto se pueda aprovechar o no.
Concretamente en el vino, como nos explicaron en una charla hace un par de semanas, la temperatura durante la fermentación juega un papel fundamental, ya que cada tipo de vino requiere de una temperatura.
Aquí entra en juego el control de esa temperatura, en dicha charla nos explicaron los diferentes sistemas; el sistema de camisa y el sistema de ducha.
- El sistema de camisas: Simplemente es un recubrimiento de los depositos del vino que mediante el paso de agua fría por sus paredes refrigera el vino.
- El sistema de duchas: Refrigera el vino por otro tipo de contacto pero que al fin y al cabo viene conseguir el enfriamiento de éste gracias al contacto indirecto con el agua.
La electrónica se encargará de regular (en ambos casos), de activar la refrigeración, de regristar la temperatura y de mantenernos informados sobre cualquier fallo en el proceso, porque si lo hubiera, toda la producción de uva se perdería ocasionando muchas perdidas a sus propietarios.
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